miércoles, 9 de diciembre de 2009


Dependiendo la vocación era el interés de un viajero por explorar; quienes tenían negocios su interés era explorar las tierras, las montañas y los bosques y aquel explorador que viajaba por tierra firme lo hacía en compañía de sus camaradas llevando consigo un fusil, cuadernos, frascos, un rollo de mapa, reloj, brújula y herbario, viajando para atravesar los paisajes desconocidos y alojándose entre los pueblos adaptándose a la vida del país explorado; los aventureros o los marinos se interesaban por el mar arriesgándose para explorar lo más profundo de los océanos con islas y costas llevando en sus viajes libros, cartas de navegación, instrumentos de medición viajando durante meses para explorar los mares y para los que tenían el gusto por solo viajar eran los que estaban en los seminarios o colegios que tenían relación con la botánica, astronomía, geografía y matemáticas y quienes dominaban muy bien los viajes eran los especializados en la botánica y en la Historia Natural como médicos y farmacéuticos. Una vez que desembarcaban en alguna isla se dividían en grupos, algunos examinaban las plantas, el suelo, la población, los cultivos y los demás visitaban las casas y las plataformas donde habitaban los indígenas y para comunicarse con ellos lo hacían a través de gestos y signos o por medio de intercambios, aunque la actitud era de mantenerse a la defensiva. El medio geográfico distinguía las exploraciones que debían realizar los viajeros y los navegantes, mientras que el tiempo en los viajes fue su experiencia; las expediciones eran largas prolongándose meses o hasta años pero la duración de los viajes por tierra eran más flexibles y para reconocer las exploraciones de los estudiosos, naturalistas, civiles, militares, botánicos se les daba el permiso de recoger piedras y herborizar anotando el estado de los habitantes y recursos del país.
Durante los años que viajaba un explorador le dejaba marcas como el desgaste físico o moral, soportando el sentimiento de la distancia y el aislamiento como lo escribió Humboldt: “Permanecimos dos años en las colonias españolas sin recibir una sola carta de Europa”. (cf. Bouguert Maria Noëlle, Arasse D., Vovelle Michel, 1995, pág.293).
Una vez que los exploradores viajaba durante meses o años recibían tarde las noticias de Europa y esto provocaba no tener referencias de lo que debían hacer, pero durante ese tiempo de no recibir noticias se ocupaban de señalar las cartas de navegación y observar el territorio.
Los exploradores contaban con un diario donde anotaban el registro de sus descubrimientos, Humboldt escribió: “Durante mi viaje me he forzado a escribir día a día en el bote o en el campamento lo que me parecía digno de señalar” (cf. Bouguert Maria Noëlle, Arasse D., Vovelle Michel, 1995, pág.294); en los diarios también estaban escritos los detalles, las fechas, los lugares, las mediciones.

7 comentarios:

  1. Excelente trabajo Brenda. Sólo para enriquecer tus ideas podemos decir que existieron dos clases de viajeros: los que intentaban encontrar nuevas rutas a la India y los que, una vez se dieron cuenta el descubrimiento de otro continente, se dedicaron a la investigación de las ciencias naturales -obviamente con un afán de lucro. Sobre los primeros quisiera abundar retomando la ideas de Juan O´Gorman, este autor nos indica que América no fue descubierta sino inventada, al menos en el enfoque social. El continente americano fue descubierto mucho antes que los propios vikingos, sin embargo, la significación de ese hecho no tuvo trascendencia. ¿Quién le da esa trascendencia, esa significación? El viejo continente en un contexto histórico fértil para una perspectiva nueva en todos los ámbitos de la cultura humana, sin lugar a dudas, en esos ámbitos destaca la esfera económica.

    Primeramente, Colón, con la firme convicción de haber encontrado una nueva ruta a la India y después esa hipótesis irse descartando con otras expediciones, de ahí que nuestro autor nos señala se inventa una nueva tierra, una utopía, yo agrego, se inventa el mestizaje. Eso nos da una idea de lo que somos como americanos y, luego, como mexicanos. Estas concepciones son los primeros intentos de descubrir la idea de la mexicaneidad. Más tarde Octavio Paz publica el Laberinto de la Soledad, nos ofrece un concepto más redondo o menos inacabado del ser del mexicano.

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  2. Hola Brenda. saludos como te puedo contactar. atte: fer CB4

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  3. Hola Brenda. saludos como te puedo contactar. atte: fer CB4

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  4. jejej y si nos volvimos a encontrar y lo mejor, que es para siempre

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